¿Y si os digo que hace 20 años ya se intentó algo similar a «Ready Player One»? Bueno, salvando las diferencias, claro. Porque en este caso hablamos de que le falta presupuesto, efectos especiales, licencias, buenos actores, dirección, guión… Y por faltar, ¡hasta les faltaron ganas a la hora de rodar esta mierda, cojones! Lo único que se ha salvado es que hemos vuelto a tomar contacto con un actor fetiche nuestro, como es Christopher Lambert, al que recordamos con añoranza por joyas como «Beowulf«, «Malas Armas«, y «Fortaleza Infernal 2«. Porque, ¿quién no recuerda cuando salio al vacío del espacio exterior para cambiar de nave sin traje y conteniendo la respiración? Escenas tan épicas y absurdas no se ven todas las décadas. Pero vamos a tocar la materia que nos ocupa.
Christopher es uno de los mejores programadores del mundo, tanto que ha sido él quien ha programado el juego de moda… que, por supuesto, es un videojuego de realidad virtual. Pero ojo a lo que los lerdos que idearon esperpento entendieron por «realidad virtual». Es un videojuego que sí funciona con un casco de RV, peeero tu observas la acción como un mero espectador desde un punto fijo y le dices a tu personaje lo que debe hacer. Es decir, algo así como una aventura gráfica, o un Resident Evil de los viejos, vamos… super apasionante para RV. Y los gráficos superrealistas, rodados en localizaciones reales y con un filtro de color que va cambiando la tonalidad a cada poco, con lo que ahora lo ves todo en amarillos, ahora en azules… Todo muy bien también para las córneas llevando unas pantallas casi pegadas a los ojos.

Que puta grima, joder.
Christopher lo tiene todo: Le sobra el dinero, tiene un apartamento inteligente que se pasa de listo y lo que hace es cuestionar todas sus decisiones, tiene telecamellos que le llevan marihuana «de inhalar» de la buena… Solamente le falta su novia, que lo dejó hace tiempo. Pero por causa de un virus desconocido que entra en el sistema, el personaje del videojuego con el que suele jugar Chris toma conciencia y empieza a darse cuenta de que algo no va bien, y que todo lo que le ocurre ya lo ha vivido más veces (porque es un juego de estos que si te mueres, tienes que volver a empezar y repetir lo mismo). Al final se da cuenta de lo que ocurre y empieza a hablar con Chris y a pedirle que lo saque de allí. ¿Y cuál es la brillante idea de Christopher Lambert? Pues está claro, dejar absolutamente todo atrás, tirar con su puta vida, irse a los barrios más bajos de la ciudad (¿?), para borrar por completo el juego y así «liberar» a ese PNJ que no existe y que acaba de conocer. Pero solo por ese italiano bigotudo, a todos los demás PNJs que les den ¡Claro que sí, campeón!
Como es de esperar en toda cinta noventera post-«El Cortador de Césped«, hacen falta cascos de realidad virtual pero para todo… ¿Que quieres entrar en Internet? Casco de realidad virtual. ¿Enviar un fax? Casco de RV. ¿Hackear algo? Casco de RV. Muy fan de los hackeos de este filme, porque los cascos de RV deben llevar también conexiones neuronales y diodos pinchados en el cerebro, porque si uno se pasa mucho tiempo o si fracasa hackeando, empieza a espumear por la cabeza abajo rollo sobredosis. (Ergo para el porno tiene que ser la puta ostia).
Total, que se pira a Marrakech en taxi… Porque aunque no nos explican nada, debe de ser que todo dios vive en una macrociudad donde cada ciudad del mundo tiene su propio barrio/sucursal, así que tan pronto van a Marrakech, como a Bombay, como a Pekín, como a Vallecas. Y en Marrakech se pone a preguntar por un tal «Joystick», que al parecer es un hacker de la ostia, y además va a saber del paradero de su ex-novia. Todo el mundo conoce a Joystick y lo respeta por sus habilidades, y además es un personaje bastante esquivo. Hasta que aparece en pantalla y nosotros, como espectadores, le perdemos todo el respeto. Es el puto «alivio» comico de la película: Un tipo con ojos biónicos (porque ha vendido los suyos), que le gorronea pasta sin parar a Christopher, y que además es un descuidado que la va cagando por ahí… Tanto, que se quedan tirados por intentar timar a una gasolinera y con la policía en la chepa. Menos mal que aparece la crack de verdad, una tipa que sí es una hacker de verdad, y que además se ha autoprogramado para borrarse la memoria a largo plazo a cada año. Es por ello que se enamora «»por primera vez»» de Christopher… Porque claro, ¿quién se iba a resistir a su mirada casi estrábica y a su cara de palo impasible ante todas las situaciones posibles? (Seguro que se acababa de hacer el «reset» anual y estaba más caliente que el palo de un churrero).

Pornhub está que arde en esta peli
Total, que se pasan toda la película yendo de un sitio cochambroso a otro todavía más cochambroso buscando contactos, que definitivamente les llevarán a poder hackear el servidor oficial del juego y eliminarlo para siempre… Hackeándolo haciéndose pasar por un fax… Pero vamos a ver… Vale que en ningún momento nos dicen en qué mierda año se desarrolla la acción en esta mugre cyberpunk… ¿2100? ¿2200? Es que joder… aunque sea en 2030… ¡¿QUIÉN UTILIZARÍA UN PUTO FAX?! Es que me cago en la puta, ¿no podian inventarse cualquier mierda antes que semejante cutrez?. Es más, Christopher es el lider y programador jefe del juego ese. ¿Es realmente necesario dar mil vueltas durante hora y media de película para borrar el servidor? ¿Seguro que no tiene permisos suficientes para mandarlo a tomar por culo? Mira, es igual, me da por culo. Es una puta mierda todo y ya está. Lo único que salva es que se ve que han gastado pasta en la peli y al principio hasta parece interesante, pero enseguida se va a tomar por culo todo con el guión. Y a nosotros nos vale que Christopher Lambert siga sin decepcionarnos mierdícula tras mierdícula. Paz.