El líder Master Ninja enseña a su pequeño grupo de ninjas elitistas los poderes del Golden Ninja Warrior, una estatuilla compuesta por tres piezas doradas que unidas entre sí ofrecen un poder absoluto a quien las fusiona, pero rápidamente es robada por los Red Ninjas, un grupo maloso que quiere dominar oriente a cualquier precio. Estamos hablando por supuesto de una de tantas producciones de IFD PRODUCTIONS capitaneado por Joseph Lai y dirigido por Godfrey Ho, es decir, una compota de ninjas estereotipados y mafiosos fumaos como Dios manda.

Joseph Lai y su, por entonces, amigo Tomas Tang crearon IFD FILMS AND ARTS LTD., una productora oriental especializada en cine-porquería que tenía una manera muy peculiar de hacer películas: compraba cualquier mojón fílmico chino-filipino hecho por cuatro amigotes que no conocía ni su madre y entre medio metía metraje ninja rodado en estados unidos que no pegaba con el argumento ni con cola. Por tanto, en cualquier película que tengais el gustoso honor de visionar de esta productora os encontraréis dos películas bien diferenciadas: la china y la americana, protagonizada mayormente por su actor fetiche Richard Harrison (todo el mundo de pie!) y su esclavizado director en nómina Godfrey Ho. Con el paso del tiempo los dos productores tuvieron sus diferencias y Tomas Tang al final emprendió su propio camino llevándose con él al director y juntos crearían, poco tiempo después, la obra cumbre del cine oriental: «Robovamp«. Pero eso es otra historia.

Y bien, aunque la peli que nos ocupa tiene todos los ingredientes made in Joseph Lai tan característicos que a mí me atraen, con protagonistas tan míticos como Richard Harrison y Bruce Stallion, desgraciadamente está bastante lejos de sus obras maestras tipo «Ninja Kill«. Parece que aquí se tomaron su trabajo un poco en serio y el resultado no es tan deplorable como la mayoría de sus joyas, aunque eso sí, es bastante soporífera e inaguantable. Para empezar los trajes ninjas son aceptables, ya que solamente son negros o rojos (aunque Harrison utiliza uno de camuflaje militar para dar la nota como siempre), a años luz de los colores chillones que podemos presenciar en «Cobra vs. Ninja» o «Ninja Squad«. Las peleas marciales del metraje chino es bastante digno, hay cierta calidad y el prota da el pego. Y finalmente, y contra todo pronóstico, el ensamblaje entre los dos films excepcionalmente casi concuerda, por lo que el resultado final quedaría tal que así:

Las tres piezas de la figura de marras son robadas por los ninjas rojos y Harrison y su equipo tienen la difícil misión de recuperarlas para que no caigan en manos del maloso de turno, un chinito muy feo con un pelucón rubio platino estilo Beatles (!). Vamos, como «Bola de Dragón«, pero versión ninja. No lo tienen muy difícil para recuperar dos de ellas mediante tortazos marciales y lanzamientos de estrellas ninja, pero la tercera se hace pregar. Mientras tanto, y ahí aparece el film chino, la novieta del mafioso protagonista es raptada y éste se da de hostias con todo el pueblo para rescatarla, ya que ella es la única que sabe el camino para conseguir la preciaza última pieza del Golden Ninja Warior.

Pero vamos, por supuesto que también tiene sus escenas delirantes (estamos halbando de IFD!):

– En la escena inicial, cuando el Master Ninja les da la tabarra a sus súbditos con lo del Golden Ninja Warrior, podemos comprobar en un cambio de toma que aparece un ninja rojo de la nada y luego vuelve a desaparecer.

– Al ver que la última pieza se les resiste, Master Ninja para comunicar a sus esbirros que sólo les quedan dos días para conseguirla les envía un mensaje mediante… un robot de juguete que camina y emite paridas!

– Como en cualquiera de sus otras películas, Richar Harrison solamente mete el careto, ya que en las escenas marciales siempre va con la cara tapada para que su doble haya los malabares ninja que hagan falta. Los curioso del caso es que en este film aun mantenía su flamante bigote de su época de spaguetti westerns.

– La escena de los cangrejos. No puedo explicar más, se ha de ver.

Richar Harrison hablando por un teléfono en forma de Gardfield (!).

– Cuando un ninja rojo lanza una estrella a uno negro ésta rebota en lugar de clavarse, pero el tipo (muy buen actor él) se tira al suelo dándose por muerto.

– El inmortal florero. En cualquier película de Joseph Lai SIEMPRE aparece el escandaloso florero.

– Las tomas descuadradas y los rápidos zooms tan característicos del cine oriental.

En fin, que la película es correcta sin más, lo cual supone un bajón muy grande en la imprescindible filmografía de Joseph Lai.

Ficha IMDB de la Película