Lo que hoy nos ocupa es un maravilloso documental sobre el consumo excesivo de drogas extravagantes como la mezcalina, el éter o el estramonio… más concretamente en el marco de una mente ya de por sí perturbada como puede ser la del músico Rob Zombie…
…y es que este personaje debería dedicarse a hacer música como hasta ahora, porque la verdad, lo mejor de la película fue la música, que aún así, la elección de los temas no concordaba con la escena que se estaba proyectando (véase música country durante una matanza).
Pues sí, sería necesario consumir las mismas drogas y en la misma dósis que este hombre para encontrarle algún atisbo de coherencia y conectividad a la película, ya que el metraje de ésta se alterna con cambios de escena a unos vídeos cortos en blanco y negro, escala de rojos o escala de azules, que no vienen a cuento y dejan patidifuso al más pintado… si ya la película tiene poco sentido… con eses cortes de por medio… yo creo que la película no pasaba de 60mins y los metieron para hacer relleno y llegar a la hora y 25 minutos.
De lo poco que he podido entender, 4 merluzos van en coche y paran en una gasolinera atendida por un payaso (sí, con nariz y peluca), en la gasolinera hay una atracción de feria del túnel de los horrores (!?), la cual visitan, y después tienen ganas de emociones fuertes y siguiendo la historia del asesino doctor Satan, ahorcado y desaparecido (esto me suena)… deciden ir a un bosque con mala fama a ver si descubren algo (esto también me suena)… acaban en laa casa de una familia de enagenados mentales, asesinos y caníbales (esto también me suena), en la que hay un chaval deforme con una máscara que no habla (¿Jason Vorhees?). Con el cuerpo de uno de los chavales elaboran una escultura (¿de qué me sonará esto?), realizan rituales siniestros vistiendo a las víctimas con un disfraz de conejo (?!?!?!), tienen un complejo de catacumbas debajo de la granja con zombies fetichistas que se conforman con arrancarle el disfraz de conejo a la peña… y al final como cabía esperar al 100%, cuando escapa y se encuentra al payaso de la gasolinera, resulta que éste forma parte de dicha familia (eso me suena la ostia).
Y es que no hay mucho más que comentar, después de documentarme y ver un videoclip de la música de Rob Zombie, resulta que la película es como un videoclip, pero un videoclip malo, y sin música, y un videoclip sin música es algo muy triste.
Cosas para hacer al devolver la cinta al videoclub:
• A) Métale la cinta por el culo al dependiente mientras suene música de Rob Zombie a todo meter (esa escena encajaría perfectamente en la película).
• B) Si es un cinebank, rocíelo con gasolina y quémelo mientras suena música de Rob Zombie a todo meter.