Últimamente no estamos en racha, parece que padecemos el síndrome «Star Wars Turco», donde cualquier cosa después de su visionado sabe a poco. Ya sé que la vida se mueve por ciclos, pero el bajón ya se nos está haciendo eterno, no hay manera de levantar cabeza. Como recurso desesperado recurrí a un film de ciencia ficción protagonizado por el armario empotrado Dolph Lundgren y el todopoderoso Matthias Hues (a sus pies!) que pedía a gritos que la alquilara. ¿Para qué si me la puedo bajar de internet? Bueno, la cuestión es que lo hice y… me arrepentí.

Pues sí, queridos amigos de Ascormovies, esta peli es totalmente previsible, intrascendente, mediocre, insulsa… vamos, que pasó sin pena ni gloria en la historia del Club de los Jueves. Y eso que inicialmente parecía imposible teniendo en cuenta que ahí tenemos nada menos que 2 de los pesos pesados del mundillo Ascor: los nórdicos Lundgren y Hues, dirigidos nada menos que por Craig R. Baxley. ¿Que quien es ese tal Baxley? Pues ni zorra idea, pero en IMDB dice que es un ex-especialista (esos dobles que ruedan las escenas de peligro) de pelis de acción (?) y que también fue el director de la ultra-Ascor «Acción Jackson», ahí es nada.

La verdad es que hay poca cosa que contar, primero porque me da pereza y segundo porque esta peli es igualita igualita a «Hidden: lo oculto», la obra maestra de Jack Sholder. Vaaaale, quizás no es una obra maestra, pero a mí me encantó. Es que ni se han molestado en hacer pequeñas variaciones, simplemente han cogido los personajes tal cual: el poli renegado, su nuevo compañero procediente del FBI que es más tonto que Bustamente y el Chavo del 8 juntos, el jefe cabrón y el puto marciano interpretado por un enloquecido Hues donde lo único que hace es disparar con su mega-pistola de agua y repitiendo una y mil veces «I come in peace, I come in peace…» (era una de sus primeras pelis y el pobre aún no sabía inglés). Eso sí, todo ello sin ningún tipo de ritmo e interés.

También podríamos decir que el Lundrengendren ese, o como se llame, llega a interpretar. Hasta el día de hoy pensé que el tipo era un autómata, pero no, no sé que comió ese día, pero se las arregla como puede. Eso sí, pierde todo su encanto con el color de pelo natural, a mí me gusta ese amarillo oxigenado tan característico 80s. Como en la gran «Rocky IV», vamos.

Lo único destacable (para mí) es la arma mortífera que utiliza el marciano de marras, una especie de afiladísimo compac-disc boomerang que es imposible parar, salvo que vuelva a su dueño o que lo neutralices con un altavoz. No, no lo he escrito mal, lo volveré a repetir: altavoz. ¿Y eso por qué? La verdad es que lo explican, pero me quedé tan shockeado que no presté atención al diálogo, solo que deducí que era por el imán que lleva dentro o no sé que historia rara. La cuestión es que el compac-disc destruye cualquier cosa que se interponga en su camino y yo estoy seguro que utilizaron uno de Los Panchos. Seguro no, segurísimo.

Ok, para qué extenderme más, si queréis perder el tiempo ésta es la excusa perfecta, yo no he tenido que hacer el mínimo esfuerzo para borrarla de mi cerebro, ella solita se ha auto-destruído.

Ficha IMDB y Trailer: