En fin, he de reconocer que he picado con esta pelicula. No llega a la categoria de pelicula Ascor, asi que no la busquen por ahi.

Digo que he picado por que vi la primera parte, y aunque no era una cosa excepcional si habia que reconocer que estaba interesante. Una peliculita europea de misterio que aportaba cierta originalidad, frente al «mas de lo mismo» yanquee. Y al ver la segunda parte por ahi con la posibilidad ademas de ver a Christopher Lee en lo que parecia un papel mas dramatico que fruncir las cejas en Starwars y poner cara de portero de discoteca en lo de los Anillos, pues uno no se podia resistir. En fin, un rollo al fin y al cabo. Y eso que no es del todo mala…. El caso es que el resultado final es bastante equilibrado: un par de buenos momentos frente a un par de secuencias que si son de categoria Ascor (y de eso hay que ocuparse), a pesar de que la pelicula entera no lo sea.

Bien, el tema es el siguiente: dos policias investigan una serie de crimenes cafres al estilo «Seven». Los culpables son una secta masonica-catolica dirigidas por un excombatiene Nazi, que les da anfetaminas para desayunar a sus fieles, y ahi es donde esta la unica gracia de la pelicula. Recuerda ustedes la serie «Orden Especial» de EL Joglars cuando el Abad gritaba aquello de «Purgandus Populus», pues de eso se trata. Un grupo de monjes con tunicas negras dando mamporros de Kung Fu y dando botes por los tejados, con velocidad y fuerza sobrehumana. Y subiendose a un tren en marcha a toda velocidad sin siquiera bajarsele la capucha con el viento…

Pero lo mejor es el asalto de tres monjes Power Rangers a un supermercado para matar a uno de los empleados. Aquello era una mezcla explosiva de «El nombre de la rosa» y «Arma Letal 4», con monjes correteando por los pasillo y dando cuchilladas a diestro y siniestro. Y claro, como estan hasta arriba de anfetas, dan patadas de Karate, se caen de edificios de tres pisos y aguantan siete tiros en el pecho como si nada, y eso que las pastillas que les daba el Nazi eran de 1945 y debian de estar ya caducadas.

Pero lo mejor estaba por llegar en el asalto a la cueva del malo, pues encuentran la caja de las pastillas y los dos policias se guardan distraidamente un botecito de anfetas cada uno. Llega el final, y la cueva se inunda de agua. La unica salida es un respiradero en el techo, cerrado con una plancha, que solo se puede abrir con una palanca circular de hierro oxidada a mas no poder. Los dos policias lo intentan pero no pueden mover la rueda ni un milimetro, mientras la habitacion se llena dramaticamente de agua. Momento de tension extrema….. y los dos policias se miran el uno al otro y dicen casi a la vez «las anfetaminas!!!!». Ni cortos ni perezosos, se enchufan cada uno su bote entero, y sin haber acabado de tragar todavia, coge cada uno un lado de la rueda y lo giran como si nada. Eso es una droga rapida y lo demas un cuento. No habia visto ese recurso cinematografico desde los dibujos animados de Popeye el marino (aunque hay que reconocer que el final de la pelicula «Soldado Universal» tambien le debe mucho a Popeye). Magistral, pero la advertencia sigue presente, no es Ascor 100%, asi que no vayan ustedes a alquilarla, tragarse un rollazo impresionante y venir despues a crucificarme al estilo de la pelicula. El que advierte no es traidor, je je.

IMDB de la Película