«Oye, que ahora los de Nu Image se han metido a pelis buenas, van a producir el remake de Conan». Cándidas palabras las que me comunicaba Kesci hace un par de años, al haberse hecho eco de la noticia… pero claro, al hablar de los mismos hijos de puta que nos trajeron cosas como Shark Attack III o Skeleton Man, esta hasta parece buena y todo. Pero no nos engañemos, desde el minuto 2 de película, que es cuando todo espectador se quedará boquiabierto por primera vez ante semejante subnormalidad, el resto ya es un no parar de despropósitos y escenas enlazadas unas detrás de otras sin más. *** SPOILER WARNING ***: Después del «leer más» no nos responsabilizamos de si le hemos destripado la película.

El minuto 2, gran momento para recordar en la historia del cine, en una supuesta batalla que no es más que un fondo verde de estos que se llevan tanto hoy en día (y bueno, especialmente en toda esta mierdícula), es donde nace Conan… es decir, nace en medio de una batalla, en la que su madre cae herida de muerte, y a la que nuestro querido amigo Ron Perlman le practica UNA PUTA CESÁREA A CUCHILLO y extrae a nuestro héroe… Ahora es cuando cabe decir: «Superad esa machada, si es que sois capaces», o en su defecto: «Un momento, ¡eso no salía en la otra peli!». Y es que eso es lo que se puede decir durante toda la película. No soy un erudito de los cómics de Conan, pero sí que me he visto la película que se está «reviviendo» innumerables veces y manda cojones… Recapitulemos a grosso modo:

  • Conan no es un niño cuando lo vemos en acción por primera vez, es un adolescente que ya mata a 4 orcos él solo.
  • Conan nunca llega a ser esclavo ni gladiador.
  • No está Nadiuska.
  • Conan es un truhán, un superviviente bastante hijodeputa y cruel.
  • No existe la escena de la tumba del rey, meten una paja mental con la espada del padre de Conan.
  • No existe la escena de la bruja.
  • No hay ningún culto a ninguna serpiente.
  • En consecuencia no hay escena de la Serpiente (aunque sí de pulpos, ahí es donde entra Nu Image imagino, putos monstruos marinos).
  • No hay escena de la orgía.
  • No hay ningún brujo majadero.

Y bueno, podría seguir así hasta la infinidad, lo importante es que NO TIENE NADA QUE VER CON LA ORIGINAL, NADA… Para eso podrían haberle puesto otro puto nombre. Aquí la historia va de una máscara que da superpoderes al que la porte, que fue rota en nosecuantos trozos que fueron repartidos entre las distintas tribus para que nadie la ensamblase de nuevo… ¡Qué jodidamente original! ¡Os habreis quedado calvos, pedazo de cabrones! Y es por ello que en esta mierda arrasan el pueblo de Conan y lo dejan con la muerte de su padre en sus manos… Además de los trozos necesitan la sangre de una purasangre descendiente de nosequé linaje de brujas. Y como nuestro héroe va a tener una acompañante, el malo también tiene a la suya, concretamente a su hija, una bruja interpretada por una irreconocible Rose McGowan con un atuendo tan post-gótico que solo le falta que suenen los Sisters of Mercy cada vez que entra en escena… ¿Que por qué me quejo de que tiene que haber una chica mala? Porque caen en absurdo cliché en el que siempre termina habiendo una pelea de gatas donde la coprotagonista femenina tiene que tener su propia contrapartida pero en malvada… Así se pueden pelear en paralelo a la batalla final entre entre Conan y el malo. Normal que nuestro amigo Arnold le esté dando a la hierba ya…

Eso es la película, porque desde que le arrasan pueblo, el resto son un montón de escenas inconexas… que vamos a ver, la original no dejaba de pecar un poco en ese aspecto, pero al menos se molestaban en ligar unas escenas con otras de alguna forma. Detalle del que no se dieron de cuenta ninguno de los anormales que hicieron las 1001 copias de Conan, ni tampoco los subnormales responsables de esta. Después de la innecesaria escena de sexo, a la que la prota accede tras renunciar a ir a «un lugar seguro», coge y se escapa sin más, y también sin más los malos la encuentran, todo ello en 50 segundos de metraje. Pero bueno, qué se le va a pedir a un director que tampoco se ha molestado dirigir a sus actores, que en los diálogos, en los cambios de plano para enfocar el jeto de cada uno, van cambiando de postura mágicamente (ahora estoy erguido, ahora de repente no, etc…)… Si por no molestarse, tampoco han comprado ni un puto foco para el rodaje, de los colorines que sen en el póster, en la película solamente hay uno: el negro. Persistente durante toda película, que empieza siendo gris, pero se acentúa hacia el final, cuando un poco más y casi hay que intuir la pelea de Conan con el malo maloso.

Este no es conan, es de una banda de covers de Manowar

Antes de irme querría dedicarle unas palabras a Jason Momoa, parafraseando a su línea que dice «Yo vivo, yo amo, yo mato…», pero lo que no hace es actuar, se dedica a poner cara de estreñido como la de arriba, y a gruñir siempre que puede… sí durante la escena de sexo también gruñe, para descojone del personal. Debería haberse quedado en las teleseries en las que, al menos hasta ahora, había participado dignamente. Ahora ya pertenece junto a nuestro amigo Casper Van Diem, al club de los estigmatizados por Nu Image.

Pero la lacra de los remakes innecesarios no ha hecho más que empezar, y en los próximos años nos espera mierda a paladas, y muchos buenos recuerdos que serán mancillados por un montón de hijos de puta que además viven en mansiones gracias a ello. Algunos de los remakes/precuelas/revivals que nos esperan son: Robocop, El Cuervo, Posesión Infernal, La Cosa, Blade Runner, Desafío Total, Flash Gordon, Los Inmortales, La Fuga de Logan… por mencionar unas pocas. ¡Que no se diga que no estaban avisados!

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