Los de Nu Image saben superarse. Todavía no entiendo como la semana pasada pudimos terminar viendo La Montaña Del Infierno teniendo esta auténtica joya en la récamara. Este filme alcanza un nivel mierdoso comparable al de Skeleton Man, aunque no llega a superar (afortunadamente para nuestra salud) el nivel de sin sentido que esta última.
Como es de esperar en todas las películas de bichos de Nu Image, comienza con 2 personas que son devoradas por el bichejo de turno al comienzo de las película, para despues mostrar el vil letrero con el título. La presentación no podía ser más horripilante, los defectos especiales de la serpiente la relevan a una pegatina sobre el escenario. Después de este espectacular comienzo, ya estabamos resoplando todos y susurrando «Madre mía… la que nos espera…».
Unos mongoles encuentran un sarcófago en el Amazonas que contiene un cadáver que a pesar de llevar sabedioscuantosañosallí, pues se le ve bastante fesquito. En una rueda de prensa aseguran que con las pruebas del Carbono 14 han descubierto que ese hombre vivió más de 300 años… Un momento, el carbono 14 era para averiguar la antigüedad de algo, ¿me equivoco?, bueno, es igual… Así que deciden hacer expedición para encontrar la fuente de la eterna juventud.
En el aeropuerto del Amazonas, proceden a la presentación uno por uno de los energúmenos que morirán a lo largo de la película. Y vamos, un repertorio similar al de Skeleton Man: Una científica de laboratorio, un experto en genética, un antropólogo… y el único guía que no es otro que Stephen Baldwin, ojo, no confundir con su hermano Alec Baldwin… vamos, que cuando le vimos el careto ya fue en plan «Buah! El que nos faltaba!».
Y esta panda de inútiles emprende su trayecto en helicóptero, pero en pleno vuelo les sorprende la típica tormente eléctrica repentina de este tipo de películas y un rayo alcanza al helicóptero, que sorprendentemente, no explota. Se precipita a una velocidad de vértigo y cae en medio de la selva. Milagro de dios que a pesar del rayo y de la caída de tres pares a nadie le pasa nada. Pronto se ven sorprendidos por unos indígenas, pero bueno, no pasa nada, el Baldwin lleva toda la vida viviendo en la selva (que viendo su aspecto no se lo cree ni el director de la peli), y se puede comunicar con ellos… es más los convence para que les hagan de negreros.
A todo esto, ya vamos viendo a los típicos estereotipos de estas entrañables películas… el prota y la prota, que intercambias patéticas escenas de amistad con arañas infográficas cutres; el típico malo avaricioso que solo piensa en el dinero; y los que estan por ahí para que los mate el bicho nada mas.
El resto es a lo que nos tiene acostumbrados Nu Image, escenas aleatorias en las que los protas no hacen nada salvo el gilipollas y perder el tiempo intercaladas con los ataques de la serpiente con aberrantes efectos especiales, con especial fijación a los momentos en los que intentan fundir a los actores filmados previamente con la serpiente hecha por ordenador… impagable. Eso sí, la serpiente que un principio tiene una cabeza, luego aparece con otras dos cabezas más pequeñas, y hacia el final de la película… pues ya le da por culo a uno cuantas cabezas tenga o no. Lo que sí sorprende es un nuevo caso de problemas de escalado, la serpiente cambia de tamaño de forma pasmosa, en la última escena de la película casi no le cabe la cabeza por la puerta de la cueva, pero previamente se había metido la serpiente entera con todas sus cabezas incluídas…
La película da un giro cuando los protas que quedan son capturados por la tribu que venera a la serpiente «naga» y que posee el secreto de la juventud. La mención especial se la lleva el jefe de la tribu con su flamante barriga cervecera, y mucho ojito, porque este individuo sabe inglés. Los sacrificios son coñeros, le ofrecen una cabra de mierda a la serpiente, y la serpiente se la come tan contenta… eso teniendo al lado al jefe barrigón, «el premio gordo» como bien dijo Kesci.
Para poder salir del poblado los indígenas quieren el sarcófago con el cadáver del hombre del amazonas, asi que nada, la prota toda ancha se coge de teléfono móvil y llama al jefe (todos sabemos que hay repetidores de telefonía móvil perdidos por el medio del Amazonas, ¿verdad?). El jefe accede y se presenta allí con un motón de tipos mazas armados hasta los dientes… estes «comando» recibirá una buena paliza por parte de los indígenas y sus flechas, además de la serpiente, claro.
Bueno, como habréis podido apreciar, es material 100% Ascor, producción Nu Image del año 2005, y no se queda atrás con respecto a las demás. Y como novedad, a ver si YouTube nos deja alojar el vídeo en su web… mucho ojito al tipo que se quita las tripas.
En caso de que no funcione, avisad, porque aunque parezca mentira, esta mierda tiene copyright y a lo mejor nos retiran el vídeo… Salud y feliz año.