Los 80 fueron una época entrañable e inolvidable, además de muy auténtica… pero no nos engañemos, eso es porque solamente hacemos memoria por recordar lo bueno. En los 80 también ha habido muchas cosas infames: los grupos de rock y heavy más horteras de la historia, el desmesurado fenómeno Mr-T que llegó hasta extremos sonrojantes… y muy por debajo de todo eso, películas como esta. Kesci, pr3d4t0r y Jesucristo todavía se estarán acordando de buena parte de mi familia.
La película empieza prometiendo, con unos tipos vestidos rollo post-apocalíptico con harapos y trozos de armadura de metal en plan robocop. En la siguiente escena, tenemos la típica fiesta americana NO al estilo American Pie, sino a los Porkys. Y cuando uno lleva más de 15 minutos viendo una copia barata de Porkys 7 (por lo menos), se pregunta ¿Y qué hay de lo de future?¿Y de lo de Kill?¿Hola? Conviene destacar lo superduros que son los chicos de «la hermandad», usando frases como «¡Te vas a enterar de lo que vale un peine! o ¿Qué no qué?¡Menudo soy yo!… joer, ¡pero qué duros son!
Y como le hacen una putadilla a uno, les obliga a ir a los barrios bajos a secuestrar a «un tipo raro» para luego soltarlo, ya me dirán con qué intención… Pero bueno, lo mejorcito es que al llegar a los barrios bajos la película cambia por completo. Los barrios bajos están poblados por mutantes que están en constante protesta por la radiación de las centrales nucleares, nótese que en esta cinta se entiende por mutante a gente vestida con harapos y con un maquillaje hecho por una niña de 6 años.
Tal y como es de esperar, los impresentables estes la cagan, y el tipo de las chapas (Splatter para más señas) mata a uno de los chavales y de paso al líder pacifista del sindicato anti-centales-nucleares, y obviamente, la culpa es de ellos. El resto es lo de siempre, carreritas, carreritas y más carreritas, hasta la saciedad, conseguí desquiciar a Kesci de nuevo con esta cinta. Decenas de escenas absurdas, se meten en un edificio escapando, se lo recorren entero y vuelven a salir por la misma puerta que entraron, escenarios repetidos… También es alarmante la banda sonora, la película viene aderezada con música de sintetizador ochentera pero en plan tercermundista, y las mezclas son horrendas, llegamos a detectar hasta 3 canciones sonando al mismo tiempo. También hay un toque de punk cutre en una escena en la que se meten en una sala de conciertos mutante…
Pero bueno, la monotonía se ve rota por escenas «que se quedan grabadas en la retina», como cuando los malos están buscando a los chavales y un gato les mete un susto… ¡pues no van y le vacían medio cargador al gato! Siguiente escena, el gato abierto en canal… o en la susodicha discoteca, que se acerca el chapas este que le va a clavar las garras a uno de los de la hermandad y no va y se le cruza un espontáneo entre el chaval y la trayectoria de las garras… que desastre. El bochorno general también se ve amenizado por micrófonos que asoman por la parte superior de la imagen, gran detalle de calidad.
En el departamento de doblaje conseguimos identificar a los que prestaban su voz al Chuache en muchas de sus películas y la voz ¡de McGyver!… madre mía, en los 80 doblaban cualquier cosa. De todas formas, después de haber visto la película, sigo sin ver lo de «Future» por ningún lado, y de «Kill» mas bien poco…