Telecinco nos deleitó el pasado Lunes con esta joya, a un horario mas bien inhumano, pero gracias al ojo avizado de Kesci, pudo ser grabada con nuestros magnetoscópios y visualizada en nuestra sesión del pasado Martes. Protagonizada por el ya seguramente olvidado Mark Singer y el ya asiduo a las Ascor Movies Mattias Hues, nos llega esta truñada «postapocalíptica» que como comedia… no tiene precio. Un terremoto terrible asoló la costa Oeste de Estados Unidos, y claro, a raíz del terromoto aparecieron mutantes, se prohibieron los androides porque «podrían intentar conquistar el mundo», un mundo reducido a casi a cenizas, postapocalíptico… ¿Por un terremoto? «Leer más…»
Además un colgao ha creado «Nuevos Ángeles» (¡qué original, oiga!) una ciudad sin drogas, alocohol, vicios, ni sexo… ¿entonces qué les espera a los ávidos trabajores al final de la jornada? ¿una pajilla en cama? Ah no, que eso es vicio también. Ahora el colgao este quiere meter a 4 androides-sexuales-robot en la ciudad para fomentar el vicio y hacerse rico… (¡Pero si es el propietario de la ciudad más próspera del planeta!¡Ya está podrido de dinero!).
Total, que este individuo contrata al Hues, que para los que no se hayan dignado en mirar el enlace a IMDB de arriba, es el rubio-mazas-melenas que hace de malo en todas las pelis Ascor que te puedas imaginar. Se dirige a una estación espacial a robar a las androides que cuestan una millonada según se comenta. Pero vamos, que así también las robo yo, llego, convenzo a las androides de que vayan por donde les diga (lo cual es difícil) y le digo al segurata que esta en la puerta del ascensor del párking… estooo… de la estación espacial que están defectuosas y hay que revisarlas. A esto le prosigue una penosa escena de combate con navecitas en el espacio.
Bueno, las androides estas son cuatro tipas con tetas como carretas que se pasan toda la película frotándose, enseñando las domingas e intentando despelotar al personal. Más adelante resulta que se pierde una sin previo aviso, supongo que la chica que le tocaba hacer de robot dijo «¡No más!¡Me niego!», lo cual es bastante lógico, ya que en la siguiente escena aparecen frotándose, solo que disfrazadas de monjas.
Por otro lado tenemos a Donovan de V haciendo de cazador de androides, que es contratado por el dueño de las androides y al que le acoplan una tipa estirada y remilgada del «mundo de arriba». La tipa esta se desmelena por completo despues de pisar el primer puticlub y cambia radicalmente de papel.
El resto de la película trata de los protas dando vuelta de aquí para allá buscando pistas de los robots… callejón-puticlub-tetas-bar-callejón-tetas-oficina-tetas-callejón-tetas-tetas-sexo gratuito-tetas-bar-bar-tetas-etc… Destaca claramente el «amplio» repertorio de escenarios de la película, entre el que figuran: un párking, 2 oficinas, un callejón, el interior de una nave, un bar, un edificio residencial (puticlub) y mucho alcantarillado (la ciudad utópica).
Momentos épicos como cuando el prota derriba un helicóptero con la pistola, el tiroteo contra «100» soldados hacia el final, y las continuas pajas mentales del trasfondo del protagonista que sueltan de golpe al final. Puro Ascor apocalíptico ochentero del año… ¡95!