Horror, auténtico horror, esa es la sensación que se queda al terminar de ver esta cosa… Horror del que deja postrado en la silla, inmóvil tras el lamentable espectáculo que se acaba de presenciar… Bueno, eso si no se tiene el mando a distancia a mano, como es el caso… cualquiero otro mortal hubiese hecho «fast forward» durante aproximadamente el 95% de la película. Lo mejor de de la película ya lo habeis visto en este mismo instante: es la puta carátula, con diferencia. Miren ustedes si es jodidamente mala, que hace que los tostones infumables de Full Moon Entertainment parezcan unas jodidas obras de arte a su lado… ¡e incluso entretenidas!
Tras una patética e inexplicable intro, donde presenciamos en 1ª persona como un capullo mata a su mujer, vemos a nuestro protagonista, que es otro capullo que hace que Paris Hilton parezca una actriz de categoría. Trabaja en su oficina y tras mandar a su jefe a freir espárragos (se ve que no hay crisis en su empresa), baja a toda pastilla por las escaleras a avisar a la chica que le gusta, para ir a la casa de su tío en la campiña. ¿Por qué hago hincapié en las escaleras? Pues porque vemos como sale del cuarto piso, baja, y pasa 2 veces por el 3º piso, saltándose el 2º (chúpate esa Bolzano). Se juntan con un viejo amigo y su mujer, y de paso que van al monte, recogen a una autoestopista. Una vez en la casa, comienzan a suceder cosas raras, la mujer del colega desaparece, y empiezan a desconfiar unos de otros… Lo cierto es tal y como lo acabo de relatar hace que parezca mucho mejor de lo que en realidad es. Así que me voy a corregir… ES UNA PELI PORNO MALA, PERO SIN SEXO EXPLÍCITO. Bueno, haber hay folleteo, y aun así utilizan a una 3ª mujer como modelo para las tetas (¿o eran unas tetas de plástico?), pero la verdad, a esas alturas del metraje ya no me importaba una puta mierda.
La música… ¡Oh! ¡Qué música! Primero parece música de documental cutre, luego parece música de teletienda, y termina por parecer música de ascensor. Está «tan elaborada» que más de uno anhelaría tener el botón «Demo» de su organillo Casio al alcance para luchar contra tan atroz ataque contra el pabellón auditivo. No solo es mala la música de por sí, sino que, aun por encima, los distintos temas y pistas ambientales se superponen unos sobre otros… cuando entra una nueva pista, siguen sonando las 2 al vez y te jodes, para mayor desgracia de lo que ya estábamos aguantando. Además, en un risible intento de darle más tensión a la película, suenan efectos de sonido aleatorios como gritos, ruidos extraños y demás parafernalia, completamente fuera de lugar, por supuesto… dándole a los actores la oportunidad de decir aquello de «¿Qué ha sido eso? ¡Dios Mio!» y alargar unos minutos más esta tortura inaguantable. Eso sí, el técnico de sonido también es un puto inútil ya no en materia de no superponer música o de añadir «samples» de sonido, sino que resulta que tampoco se le puede pedir que retire otros sonidos completamente prescindibles… en las escenas de sexo no omiten los chupetones de los «actores»… con lo que la escena de sexo se queda en una sucesión de «Slurp! Chup! Chup! Ñam!».
El vídeo también está a la altura… del betún. Está por encima de una película grabada con cámara de mano, pero por muy poco. A pesar de datar del 2003, está en 4:3, algunos planos se desenfocan, cuando alguien grita nos cuelan unas imágenes de documental de unos ciervos mirando súbitamente a algo, y en las escenas nocturnas la iluminación brilla por su ausencia. Y cuando el payaso entra en escena, el director se empeña en rodar su punto de vista en 1ª persona, y con eso quiero decir que ponen una puta máscara de payaso delante de la cámara… 10 minutos de película con una puta máscara ocupando toda la puta pantalla… genial…
Pero la verdadera mugre de la película son, sin duda alguna, las actuaciones, cualquier persona con parálisis facial lo hubiese hecho ampliamente mejor que cualquiera de los anormales que pasean por la pantalla. De hecho, las siglas están rematadamente mal, deberían ser algo así como «Subnormales Infraactuando Cagoendios Kagoenlavirgen». Tal es el caso, que la mejor actriz de la película es una rubiaza que aparece como 50 segundos en pantalla y que hace de zorrón implacable intentando ligar con los protas que, como es de esperar, ni se inmutan… ¿Por qué no tiene papel esa mujer y los demás subnormales sí? Y bueno, en esa casa todo el mundo debe de ser bipolar o algo así, porque sino no me lo explico, empezando por la autoestopista «dieciochoañera», que debe de tener al menos 30 en realidad… porque tan pronto se rie de los atrezzos que deja el payaso asesino, como está aterrorizada, como hace de zorrón. Veamos algunos ejemplos del despropósito interpretativo del que esta mierdícula hace bandera:
– Las escenas de cotilleos… Es estas porquerías de slashers de cuatro duros, suele haber escenas en las que las chicas y los chicos cotillean por separado gilipolleces que no vienen a cuento, en unas escenas, que como imaginareis, son pura improvisación. Si estos deficientes tienen capacidad interpretativa negativa, de improvisación ya prefiero no hablar…
– La «niña» y el casado están buscando a la mujer del segundo en el bosque. Éste grita como un descosido buscándola, y estalla en una cara de estreñimiento conque su mujer además le iba a dejar y nosequé drama aleatorio, de repente se oye como alguien tala leña, el susodicho drama desaparece por completo, y otra vez de repente se pone a fornicar con la chavala sin importar que haya un maníaco con un hacha cerca.
-> El marido encuentra la cabaña del payaso asesino. Dentro se encuentra casquería variada y un tipo medio destipado intentando balbucear… ¡No importa! Pongo cara de asco/estreñimiento, y salgo de la tienda sin más.
-> Entra el mencionado anteriormente en la casa, y se desploma con un hacha clavada en la espalda. «¡Oh dios mío! ¿Está muerto?», gritan las chicas. «No sé», contesta el prota con tono neutro y cara impasible.
-> El puto payaso, que debe de pesar 180 kilos, inexplicablemente alcanza a la gente que sale corriendo por patas. Bueno, que estos actores ni ponen ganas a la hora de correr de un peligro de muerte, simplemente van trotando. Pero eso no es a lo que iba. El puto payaso se pasa la película cantando canciones de niños con la mismita voz que un Boomer, lo cual, visto el símil, es comprensible.
Son breves ejemplos de lo que son, o seguramente se acercan mucho, a las peores interpretaciones de la historia del cine… que a saber cuántas veces habremos mencionado esto en la web, pero «puedo prometer y prometo» que esta vez es verdad de la buena. Y lo digo teniendo en mente a los actores porno, que al lado de esta gente me dan pena por estar tan infravalorados.
En 50seg, humilla al resto de los «actores» con el papel más simple del universo
Ahora coged este conjunto de mierda, y añadidle una dósis de una inexplicable e injustificada sordidez. Con unos flashbacks/flashforwards donde se nos enseñan escenas con gays y cuero, con degenerados que hablan de chupar los dedos de los pies, y con el payaso (en 1ª persona, por supuesto) siempre observando a los protas desde detrás de un arbusto y jadeando como si se estuviese cascando una gallarda con la zurda. Vamos, la guinda que colma el pastel. No sé si debería darle las gracias al maestro Yulifero por subtitular esto o simplemente acordarme de su ascendencia pero al menos, en cualquier caso, siempre está bien mencionar su loable trabajo… porque si ver esta cosa es para auténticas pelotas de acero, subtitularla ya no tiene nombre.
IMDB – Metacritic – Filmaffinity
Trailer: