Finalmente, hemos tenido la ocasión de ver lo nuevo de Brian Yuzna. Esta persona esta detrás de engendros como Faust, Arachnid, Dagon… y han sido estos engendros los que nos movieron a colgar unos post hermosísimos en los propios foros de su compañía y que posteriormente desembocó en la creación de esta web. Si bien La Monja era mala, el apartado técnico era aceptable. En este caso, la película, además de ser mala de cojones, los efectos especiales son abismales de jodidamente malos que son… (Leer más…)

La película comienda con la imagen de una pecera que tiene unas casitas de adorno dentro, yo me jugaría una ronda de copas a que esas son las casitas que usaron posteriormente para las escenas submarinas, en las que pegan a los buceadores sobre un fondo de una maqueta de un pueblo sumergido… pero una cosa de una cutrez desmesurada, en cualquier película de Nu Image, las escenas submarinas, aunque sean de mentira (por ordenador), tienen mejor aspecto. Además, al principio, unos niños van al pueblo medio inundado, y tanto el pueblo, como el agua, estan hechos por ordenador, pero una cutrez desmesurada. Los niños se aprecia perfectamente que estan «pegados» sobre el fondo, y en ningún momento se les ve chapotear por el medio del pueblo, misteriosamente no se les ven los pies y se ve el pueblo en la misma imagen… barato barato.

Bueno, la historia es una paja mental del 15, los niños del principio descubren en una de las casas del pueblo semi-anegado un sótano en el que hay varias personas encadenadas, y las liberan, con la mala suerte de que se trata de un grupo de demonistas satánicos… el malo maloso (sinceramente el que mejor lo hace en toda la película) coge al chaval y le abre la cabeza a partir de la boca… claramente se aprecia que es un muñeco de látex cutrísimo. 40 años despues el maloso vuelve para romper la presa, retirar el agua del pueblo y crear un mundo de sexo y violencia, y lo va a hacer avivando la llama horrible, que aparte de una hoguerita que hay en el sótano de los horrores, no sabemos más sobre ella… pero joder «la llama horrible», es que pones eso en un videojuego y la gente se rie… en una película seria… ni te cuento. Otro instrumento para el proyecto de conversión del mundo en una casa de citas a lo basto es el fuel que sobró del Prestige, en el lago famoso hay una pasta negra pastosa que se mueve, impregna a la gente y la convierte en zombies masoquistas asesinos. Tambien es curioso como la gente que cae o es arrastrada a la fuerza al lago, sale a flote rapidamente descuartizada… ahora entiendo la razón de la expresión «Está tan fría que corta».

El reparto es el típico de la Fantastic Factory, un popurrí de personajes populares españoles con un par de extranjeros conocidillos para darle algo más de bombo a la película. Y como no, la han rodado en inglés, y posteriormente fue doblada al castellano por dobladores que NO son los actores de la película, por lo que se hace extraño ver caras conocidas con otras voces… bueno, eso sin contar que el doblaje es patético, especialmente la escena en que la rubia tetona llora. El único que se dobla a sí mismo es Manuel Manquiña, y lo hace bien. Pasemos a ver el plantel de energúmenos:
El prota (Perpetrado por un guiri): Es un periodista gráfico (un fotográfo) que esta empeñado en sacar fotos del pueblo hundido. Como no, cuando empieza a aparecer gente descuartizada decide NO irse del sitio y destapar todo lo que hay.
El malo (Norberto Morán): Es feo de cojones, domina la magia negra, y le va abriendo la cabeza a la gente. Quiere transformar el mundo en orgía permanente (que se lo dejen hacer, ¿no?). Va por ahí con su chófer femenina en un mercedes de la ostia.
La periodista (Raquel Meroño): Que cada día que pasa, esta mujer lleva más operaciones encima, si es que en Al salir de clase ya no engañaba a nadie haciendose pasar por estudiante… y ahora sigue sin saber engañar a nadie, la forma de coger el micrófono la descarta como periodista desde su primer segundo en pantalla.
La hija de la periodista (Otra Guiri): Sueña a menudo con su abuelo y el malo porque sí. El malo la anda buscando, por ser nieta del alcalde del pueblo inunda, y porque «es especial»… al final resulta que solo quería abrirle la cabeza como a los demás, tanta cosa para nada.
El chaval crecido (Manuel Maquiña): Sobrevivió a la escena inicial de la película y ha dedicado el resto de su vida a recopilar información sobre todo lo del pueblo para destripar la película en 3 minutos.
El borracho (Uno que sale en «El Comisario»): Vigila la presa, que se está cayendo a cachos. El whisky Dyc lo mantiene en pie.
El niño anormal: A la hija de la periodista le encomiendan hacer de canguro a este demonio y a su hermana. El chaval se dedica a dar por culo escapándose, metiendose debajo de la cama para fingir fugas. Sus frases varían desde «dejame en paz» hasta «te odio». Es responsable directo de la muerte de su madre y es especialmente irritante.
El submarinista de la poli (David Meca): Sin comentarios, nunca debio dejar de nadar para dedicarse a hacer de zombie risitas.

Creo que es más que suficiente por hoy. Mencionar la escena de máxima cutrez cuando la periodista y el prota van en coche y se ve CLARAMENTE en uno de los planos el fondo que les pusieron se mueve hacia atrás cuando todo el rato van conduciendo hacia adelante. Tranquilos, Brian Yuzna no se olvida del topless gratuito y hace un revival de su vieja película The Society en una escena en que las fiestas del pueblo se convierten en una bacanal de tres pares. Y vamos, en escenarios no gastaron un puto duro, que el 75% son los protas puestos en plan pegatina sobre un fondo.
IMDB. Brian Yuzna, púdrase en las llamas horripilantes del infierno que usted mismo ha creado.