…Y parece que lo han conseguido, los desgraciados de The Asylum han captado la atención de conocidos y extraños. Y como para no hacerlo, si alguna vez ustedes dan con alguien que diga haberlo visto todo en esta vida, podrán estamparle un «¿…y has visto un tornado de tiburones?» para demostrarle que no es nadie, que en esta vida nunca dejaremos de verlo todo, y que siempre hay algún desgraciado que aparece con una mierdícula que va mucho más allá de lo que nunca habríamos imaginado. ¿Ninjas astronautas? ¿El ataque de los escarabajos peloteros gigantes? ¿Tetris: La Película? ¿La segunda parte de «Crossroads»? ¡Mierda todo! ¡Un puto tornado de tiburones! ¡Eso sí que es fumar material de calidad!
Y para completar la papeleta tenemos, además de los cutre-efectos especiales de Asylum, a dos glorias del cine de mierda: Primero a Tara Reid, que desde que hizo «American Pie» y «El Gran Lebowski» se la conoce más por sus implantes de pecho que por la basura de películas que hace. Por otro lado a Ian Zierring, que tiene mucho más delito, desde que hizo de Steve en «Sensación de Vivir» (que tampoco es que fuese un papelón ya de por si), no ha vuelto a salir a flote. Para completar el elenco de personajes tenemos a una cachonda (Tara Reid ya no cuenta como tal), y al parroquiano del bar… El mejor personaje de todos con diferencia, un parroquiano como los antes, que antes de que el bar sea arrasado por el tornado de tiburones se lleva SU taburete, en el que se pasa bebiendo la vida.

Vale, que es un bar de playa… Pero fuera hace un día de perr… ¡tiburones!
Habitualmente, cuando hablamos de las mierdículas de Asylum, hacemos mención de que intentan ser medianamente serias… hasta que los guionistas tienen un pedo mental, y se inventan gilipolleces del calibre de llamar por teléfono a una central nuclear para que hagan una descarga eléctrica sobre el bicho de turno. En esta película no, partiendo del concepto absurdo del tornado de tiburones, han decidido hacer el guión idiótico al 200%… una sucesión de escenas aleatorias repletas de sucesos estúpidos, incondicionados, injustificables… ¡Aquí vale todo, hoyga! Y se han salido con la suya, porque han conseguido que esta sea la 2ª película de The Asylum hasta la fecha con la que podemos decir que nos lo hemos pasado bien (la anterior había sido «Mega pitón VS Mega Caimán«). El éxito ha sido «fulminante» según el canal americano Syfy, con más espectadores en la reposición que en la emisión del estreno, y con centenares de miles de Tweets durante la proyección… todos ellos con comentarios al más puro estilo Ascor, ains, somos legión, casi se me sale una lagrimilla.
Pues sin mayor dilación, la película ya empieza hablando de un tornado de la ostia y de un banco enorme de 10.000 tiburones (como si eso existiese), y a los 5 minutos ya están entrando tiburones por las ventanas del bar de Ian, haciéndose el delirio cuando la clientela se enfrenta a ellos con tacos de billar, taburetes, escopetas… ese tipo de cosas que hay en cualquier bar. El bar se va a la mierda, y nuestro grupillo de héroes escapan en un todo terreno porque Ian tiene que ir a salvar a su ex-mujer y a sus hijos, que están bien, y además viven a tomar por culo montaña arriba, donde es imposible que se inunde nada para que pueda haber tiburones… pero no, en esta película todo es tan exagerado que donde hay un palmo de agua ya se avistan aletas de tiburón, en serio, lo único que nos ha faltado por ver es uno saliendo de un retrete, o de un vaso de agua. Y cuando no te muerde un tiburón, directamente te cae un tiburón martillo encima.
Cuando llegan a la mansión, se arma un cristo y se inunda el piso inferior en cuestión de segundos, eliminan a varios tiburones, y cuando escapan… ¡Afuera no hay agua! ¡Simplemente está lloviendo! Pero la mansión se inundó, y se inundó tanto que se colapsa de tanta agua que tenía dentro. Yo no sé qué fuman los guionistas de Asylum, pero yo quiero pillar una bolsa de esa mierda. Que bueno, yo echo mierda de unos guionistas que se vieron con un concepto tan absurdo que se tiraron de perdido al río, pero los que más delito tienen son los del montaje y post-producción, que cambian de plano y de repente hace sol, donde hace un segundo estaba lloviendo a tomar por culo, y esto es una constante durante toda la película. O en la escena de relleno en la que rescatan a un autobús escolar llenito, dejan a los niños en la ambulancia y en escasos 20 segundos se desvanecen por completo.

…épico
Pero la película no es sino un crescendo de subnormalidades, hacia el grandioso final… en el que además de hacer homenaje a Evil Dead con un par de escenas con una motosierra que hay que verlas para creerlas, también lo hacen al Equipo A cuando llegan a un almacén y se ponen a fabricar unas bombas disipadoras de tornados (no, no estoy fumando nada raro). Pero lo mejor es que dichas bombas las arrojan dentro del tornado desde un puto helicóptero, con un jodido helicóptero al lado de un puto tornado… UN HELICÓPTERO. Ya no solo sudaron de todo mientras escribían el guión, sino que se pasan las leyes de la física por el forro de los cojones y aun por encima reciben su salario a final de mes. Lo de esta película me supera, en serio.
No obstante, película ascor altamente recomendada, de estas que te lo pasas bien y gracias a ello hasta se hace corta (que lo es). Tras el arrollador éxito, «Sharknado 2» está confirmada, y resulta que algunos actores de mayor renombre se han interesado por la cinta… ¿¡Estamos locos o qué!? Si no la habéis visto todavía, podreis hacerlo el 20 de Septiembre en Syfy, en riguroso español.