En el planeta Gilucios, el jefe Kido y su pueblo están bajo la amenaza de los Gabanas. Emeralina, nieta de Kido y Uroko son enviados por Kido en busca de las nueve personas poseedoras de las nueces de Niavé, encargadas de salvar el planeta. Con los ocho valientes elegidos se dirigen al planeta de los Gabanas para enfrentarse a una terrible lucha donde por fin vencerá la justicia.

Con esta mini-reseña que se encuentra en la contraportada de la cinta de vídeo (ojo al dato: la conseguimos en betamax) os ha quedado claro de qué va la peli, ¿no? Pues a mí tampoco, y eso que me la tragué entera. Claro que os la puedo resumir remitiéndome al comentario que hizo Mon Gol justo acabar la película con cara de resignado: Esto es una gran mierda!

Estamos ante una de las miles de copias que salieron a la zaga de «Star Wars». Por supuesto no las he visto todas, pero apuesto a que ésta es de las más demenciales. Y más que copia diría plagio, directamente. Es que no falta nada: el halcón milenario, R2-D2, Han Solo i Luke, Darth Vadder, el emperador Palpatine, los moradores de las arenas (montados a caballo, eso sí)… Por no faltar no falta ni la sintonía, fíjate tú.

Como es inútil explicar de qué va la cosa (aunque os lo podéis imaginar) vayamos directamente a lo realmente importante para los ascormaníacos: los momentos guardados en la retina.

■ Los comandantes de los destructores van vestidos con el uniforme de… capitán de barco! Como oís, uniformes de auténtico marinero de «Titanic» (o de comunión), con sus galones y todo.

■ El resto de vestuario. Mientras unos son futuristas, otros son directamente del siglo XX, concretamente de los años setenta, y otros de la época romana, con coronas de laurel y demás imprescindibles detalles.

■ El robot que se supone que es R2-D2 salta de alegría, el muy cabronazo. Esto nos recordó al androide de «Robot Holocaust» (nuestra Ascor número 1) que duerme y bosteza. Vamos a ver, señores que hacéis películas: los robots no tienen sentimientos!

■ Las voces de doblaje son las auténticas de «Star Wars», con Constantino Romero y todo. Es que no falta ni uno, en serio.

■ Estando en el espacio, los protas para salir al exterior de la nave sólo les hace falta una especie de respiradero que se ponen en la boca, ni casco ni traje hermético ni leches. Eso sí, los cables que los sujetan para dar la sensación de flotar por el espacio cantan demasiado.

■ El lío que se hacen con las putas nueces. Como si de «Bola de dragón» se tratase, tienen que buscar 9 nueces (sí, auténticas nueves California) que les llevará a los elegidos. Bien, pues a lo largo de la peli resulta que son 8, para pasar luego a 9 y finalizar otra vez con 8. Si os fijáis, hasta en la reseña que os he transcrito arriba del todo también se lían, juas!

■ Uno de los elegidos, que va en una nave espacial, para llegar a un planeta salta de la nave desde el espacio… en paracaídas! Y no acaba ahí la cosa, porque el dichoso robot también salta en paracaídas! Vírgen santísima, aquí es donde más nos descojonamos.

■ La princesa, que mira por dónde se llama Meia, la princesa Meia. ¿No os recuerda a alguien?

■ La nave nodriza, que tiene forma de caravela del siglo XIV, con sus velas y todo.

■ En una escena donde Han Solo y Luke están lavando los platos en una cocina de un restaurante (como oyen), uno de los dos lleva un delantal de… Cutty Sark! Sí, la marca de whisky!

■ La nave policía. Se ve que por el espacio exterior también hay polis que controlan la circulación, y los tíos llevan casco de motorista y hasta sirena. Increíble.

■ El precipitado final. Ya desde el principio los guionistas no tienen ni pajotera idea de cómo avanzar, pero el final es digno de cualquier peli de chinorris, de esas que cortan por lo sano, lo mandan todo a tomar por culo y ponen el título de THE END.

En fin, poco más que añadir. Bueno, sí: me cago en los muertos de los señores que crearon este engendro!

Ficha IMDB y las risotadas que se pegan en BAD MOVIES, con fotos y todo. Ahí os quedáis.