Es que es normal que no encontrase esta película… ¿¡Tan difícil era ponerle un «2» al final del nombre!? «Los Hechiceros del Reino Perdido» fue una mierdícula de las que no se olvidan fácilmente, un baluarte del género conocido como «espada y cutrería», que hasta se tomaba el descaro de meter un peluche gigante a lo Chewbacca para engañar a los niños (pobres…). Pues eso, que «Los Hechiceros del Reino Perdido 2» en realidad se llama «La Cortina del Tiempo» en nuestro país…
¿Por qué este nombre? Pues no lo sé, pero una cosa la tengo clara, en toda la puta película no hay ninguna puta cortina fuera de lo normal, y mucho menos nada relacionado con el tiempo. Lo más cercano es el tiempo de tu miserable vida que has perdido viendo este bodrio sin sentido, un frankenstein confeccionado a partir de 2 o 3 películas de espada y cutrería intercaladas con metraje propio, al más puro estilo de Tomas Tang… Seguramente la mitad del staff se cortó las venas al ver lo que estaban rodando y prefirieron rellenar con metraje de terceros para llegar a los 70 minutos antes que tener que contratar a todo el personal de nuevo.
Por supuesto, y al igual que la primera parte, la película comienza con un jodido prólogo de unos 5 minutos donde el puto narrador nos relata otra película enterita… que ni por asomo es la primera (no, si ahora habrá spin-offs de estas basuras también). La cuestión es que la narración va acompañada de imágenes aleatorias seguramente robadas de otras películas de espada y cutrería, a ser posible con mucha acción y muchos defectos especiales. Tal bombardeo de imágenes es digna de la técnica Ludovico, porque uno se cuestiona seriamente ya no solo qué cojones está viendo, sino el sentido de la vida, o meramente cosas mejores que podríamos estar haciendo en ese momento (como cortarnos las uñas de los pies). El resumen de la historia viene a ser que los magos malos han ganado y dominan los 3 reinos, y el único mago bueno que queda es una foca de 200 kilos que además es homeless.
Al inútil este se le aparece un mago bueno superpoderoso en la cazuela de la sopa (que comparte voz con el narrador), y le encomienda la misión de encontrar al elegido, enseñarle las artes de la magia, encontrar unos artefactos, ir aquí y allá… todo ello aderezado con una sarta de nombres impronunciables y confusos, capaces de causar una puta embolia cerebral a cualquiera. Es más, imagínate que estrenas una expansión del World of Warcraft, y te dan todas las misiones de golpe… te pegas un tiro directamente. Pero en este caso, el recital recuerda más a un gag de Cruz y Raya, vamos a recordarlo:
El jodido narrador/mago está durante toda la película, y sigue hablando incluso después de que el gordinflón parta a buscar al elegido… y continúa durante toda la película, ya sea en los sueños de los personajes, apareciéndose, o simplemente por telepatía. Y cuando lo hace por telepatía, es para evitar la perdición de nuestros personajes, haciendo espoiler de lo que deben hacer para derrotar a los malos. Si tantas ganas tiene el mago supremo de participar en la peli, ¡que lo haga joder! ¡Pero en persona! ¡Puto vago de los cojones!
El mago bueno localiza sin problemas al elegido, un niño que tiene una marca… ¡en el sobaco! Un tatuaje en el sobaco que lo identifica como el elegido, el salvador que derrotará a los tres magos, recuperará los artefactos, y sabediosquémás. A todo esto, le lleva como 20 segundos convencerlo a embarcarse en una misión que se presenta como suicida y despedirse de su madre para siempre. Pero es chaval no es tonto, lo que quiere es dejar el campo, escapar de su madre, y dedicarse a las mujeres, o a las putas, o a lo que se tercie que sea del sexo contrario… porque no deja de intentarlo durante toda la cinta.
Además necesitarán la ayuda de un guerrero legendario, al que el guionista, en un golpe de excepcional originalidad decidio bautizar como «El Oscuro»… ¡Bravo! El problema es que El Oscuro, patéticamente interpretado por David Carradine, ha dejado las aventuras para ser tabernero en una mierda de posada de carretera… eso sí, siempre con su espada a la espalda… y matando a los clientes que levantan la voz… y usando a su mujer como bailarina/stripper. El alcohol que sirve seguro que es una mierda, pero el premio a la tasca más decadente no se lo quita nadie. David pasa de la idea de salvar al mundo y todo eso, él ahora es tabernero y punto.
Con lo que nuestros 2 aventureros continúan su travesía, y llegan a un pueblo que está al borde de la rebelión, de no ser porque el mago malvado que reina tiene presos al «héroe» local y a 3 bellas damas que no dudará en ejecutar si se produce un alzamiento… ¿4 vidas a cambio de la revolución? ¿¡Dónde hay que firmar!? Con ayuda de los rebeldes, se cuelan en la mazmorra donde están los presos, vigilados por 2 mongolos ataviados con disfraces del todo a 100, de hombre lobo y de hombre cerdo respectivamente. Consiguen que los patéticos demonios se enzarcen en un pelea todavía más patética, que termine en un patetismo superlativo con un doble K.O.. Liberan al «héroe» local, que resulta ser un putero que solamente le interesa quedar con las 3 chicas para más tarde… a la vez si hace falta, mientras en niño-mago se queda con cara de tonto. Tras este logro, empieza una batalla campal en el pueblo (con escenas seguramente robadas de otra película), mientras nuestros protas la cagan delante del mago malvado, ocasión que aprovecha el mago supremo para hacer más spoilers para que puedan derrotarlo sin problemas. En un sueño confeccionado con escenas de otra película, el elegido vislumbra su siguiente destino.
De camino al segundo de los pueblos, se encuentran a la mandatoria amazona que tiene que haber en este tipo de películas… si en las de ciencia ficción es mandatorio que haya pasillos con tuberías y algún succedáneo de planta eléctrica o hidráulica, en las de espada y cutrería tiene que haber una amazona o similar. Y como mandan los cánones de este tipo de películas, la amazona domina el arte de disparar flechas desde ángulos imposibles, tanto que es capaz de darle en el pecho a un rival que le daba la espalda. Ni que decir que también en cuestión de 20 segundos, le cuentan a ella toda la película queda convencida de acompañar a dos desconocidos a salvar el mundo en lo que parece una misión completamente suicida… cosa que no es muy complicada, porque los esbirros del malvado mago se pelean entre ellos antes que enfrentarse a los buenos, que lo mejor que pueden hacer es convertir estacas en plátanos.
En el segundo pueblo se reúnen con otro grupo de rebeldes, que tienen una trampilla que va a dar justamente al lado de donde está guardada la siguiente reliquia (una espada) que han de recuperar para derrotar a los magos. Pero el segundo mago es más listo, y tiene un putón que le ofrece cacho al niño salidorro para ipso facto lanzarle un hechizo de dominación. Un plan perfecto, de no ser porque el mago supremo irrumpe de nuevo con su voz en off para cambiar radicalmente el transcurso de los hechos. Tras una ridícula persecución por los pasillos de la fortaleza del mago, el niño vuelve con toda la tropa a donde el putón, que está atada con serpientes de goma de los chinos, y va a ser sacrificada por el segundo mago… que desaparece al verse acorralado.

Lo mejor de la película… de largo
De camino al tercer y último pueblo, se encuentran con Carradine así de puta casualidad, que está de buenas y sí que accede a salvar el mundo y demás menesteres. Tras una épica batalla con unos bandidos, que será recordada por tener posiblemente la peor coreografía de la historia, llegan al tercer y último pueblo… que resulta ser el mismo en el que se desarrollaba «El Guerrero y la Hechicera«, película que también protagonizaba Carradine, en la que llevaba la misma túnica, y la misma espada, y… ¡JODER, HAY QUE SER PESETEROS! Carradine se deja capturar, luego mata hasta 2 veces al mismo soldado, luego se enfrenta a «algo»… y digo «algo», porque es tan cutre que el director se infló a meter niebla artificial para que NO se viese al monstruo en cuestión, por ver, casi no se me ni como lo matan.
A eso le sigue una escena que no es que sea larga, pero es tan mala, estúpida, y redundante que parece que dura media hora. Los dos magos protagonistas, en la sala del trono, frente a los dos magos malvados. Los buenos son incapaces de tomar ningún tipo de iniciativa para derrotarlos, ocasión que el sinvergüenza del guionista aprovecha para fusilar una de las escenas finales de «El Retorno del Jedi», solo que aquí en vez de Palpatine, son los magos malos que intentan traer al elegido hacia el lado oscuro. Al final, el niño se tira un hechizo para inflarse el músculo, le lanza la espada al mago y lo mata.

Worst monster ever
Con todo solucionado, el mago supremo que ha estado dando la chapa durante toda la película, se aparece en el trono, y dice que El Oscuro ha de elegir quién será el próximo rey. Carradine ya no es que le dé pereza ser rey, le da pereza elegirlo, con lo que ni corto ni perezoso elige al héroe putero y a la amazona… más que nada porque en el reparto tampoco es que haya mucho más donde elegir. A los dos magos buenos les encomienda otra estúpida misión, encontrar al «becerro sagrado»… JAJAJAJAJAJAJJA, los manda a buscar una vaca, en fin… está muy al nivel de todo lo visto, ciertamente.
En resumen, fácilmente la peor película de espada y brujería que hemos visto nunca, a la par que divertida… ya que semejante aberración tuvo que ser rodada por una pandilla de retrasados, porque si miramos en el otro lado del espectro, rodar una película tan mala, con semejante grado de incompetencia en todos los aspectos, requeriría a una pandilla de genios para hacerlo tan mal a sabiendas. Altamente recomendada para ver con amigos y birras, si no tienes amigos ni birras, mejor verla con unas cuchillas de afeitar al lado… o simplemente no verla.