En el año 1964 , Nicholas Webster dirigió esta película sobre el espíritu navideño que es tan rematadamente entrañable que no me explico como aquel año no hubo suicidios en masa en los Estados Unidos.
Hay tanta cantidad de buen rollo y dulces sensaciones que después de verla lo que uno realmente desea es entrar en un centro comercial con una sierra eléctrica y no dejar allí a nadie con cabeza. De hecho, yo mismo después de tragármela he decidido apuntarme a una secta Satánica.
Pero lo que a nosotros nos importa es que es una obra de ciencia ficción, y que está en el legendario top 100 de las películas mas cutres del IMDB……
La única duda que uno puede tener al empezar a comentar este rollazo es la eterna cuestión de que si al tratarse de una «película para niños» se pueden entonces disculpar los diálogos absurdos o las increíbles sobre-actuaciones dignas de un hijo entre «Nicolas Cage» y la mona Chita. En mi humilde opinión da igual que lo que hagas sea una «peli para niños» o una «comedia», hay que intentar currárselo un poquito.
En fin, la película empieza con dos niños muy perturbadores que están viendo la tele. Los críos de la foto resultan ser niños del planeta Marte que están viendo la television que emiten en la Tierra. ¿Es que no tienen en Marte bastante problemas ya? No hay oxigeno, ni capa de ozono… y encima los Marcianos han de tragarse los putos programas que emiten para la caja tonta en la Tierra?
Por la tele están dando un programa tipo «Callejeros» donde un reportero ha ido al polo norte a entrevistar al mismísimo Santa Claus. En ese momento aparece el padre de los niños, que por lo visto es también el jefe del planeta Marte, y les suelta una bronca por ver tanto la tele. Esta escena es la única con sentido de toda la película.
Según nos enteramos después, no solo los hijos del jefe de Marte son los que están empanados, sino que por lo visto todos los niños del planeta rojo también sufren los mismos síntomas de agilipollamiento extremo. El gran jefe de Marte consulta con sus asesores y llega a la conclusión de que solo hay una forma posible de resolver esta crisis: ir al planeta Tierra y secuestrar a Santa Claus para llevarlo a Marte.
Teniendo en cuenta que uno de los compañeros del jefe de Marte es el gasterópodo que sale en esta foto, pueden ustedes imaginarse lo mal que pinta toda esta operación.
Así que nada, dicho y hecho… lanzan un UFO a la Tierra y se ponen a dar vueltas por ahí intentado localizar al barbas para abducirlo y llevárselo a Marte. Eso en teoría resolverá todos los problemas que tienen los niños marcianos, y no un puto psicólogo infantil…..
Pero el UFO es detectado por el poderoso ejercito Estadounidense. Por esa razón nos tenemos que tragar una sucesión insufrible de escenas de aviones de guerra y misiles por aquí y por allá mientras suena música militar a todo trapo. USA USA USA!!!!! Alístate en la Marina!!!!
Bien… debido a que los Marcianos no paran de ver gente disfrazada de Santa Claus en las puertas de los centros comerciales, no saben muy bien a quien llevarse. Por ello aparcan el UFO en medio del campo y acechan a un par de inocentes niños.
En Cuarto Milenio los testigos de encuentros con Ovnis nos hablan de luces cegadoras y de una misteriosa sensación de tiempo perdido mientras flotan hacia la nave alienígena. No saben nada de nada. La realidad es que a los niños se los llevan en plan garrulo a empujones y a punta de pistola para dentro del UFO. Una vez dentro los niños explican a los extraterrestres que Santa vive en el polo Norte, y para allá va el UFO a continuación.
Observen la foto, obsérvenla…. Y es que los Marcianos le tienen algo de miedo a Santa Claus y por eso deciden enviarle su arma mas sofisticada: «Tor»… un robot ortopédico que sigue la misma linea que otros de los grandes seres mecánicos de la historia del cine, como por ejemplo el robot maligno de «Supersonic Man» y el engendro mecánico con un pirulo de ambulancia en la cabeza que sale en el «Star Wars Turco»…
Esta maravilla tecnológica asaltará el taller de Santa Claus, con la siempre efectiva técnica de la patada en la puerta. Después veremos una delirante lucha con los desgraciados Elfos que Santa Claus siempre tiene esclavizados en su taller, los cuales en realidad no tienen ni media hostia, para finalmente enfrentarse al barbas en persona.
Pero si al ver esta foto que les pongo esperaban ustedes una lucha tipo Matrix o algo así, me temo que quedaran un poco decepcionados. Santa se despacha al robot sin violencia, simplemente comiéndole el coco para que actué como un juguete.
Los alienígenas entonces deciden abducir al viejo a punta de pistola y dejarse de rollos raros.
Mientras tanto, los niños terrícolas se escapan de la nave y se dan una vueltecita por el Polo Norte. Que gran sabiduría tienen las madres cuando obligan a los niños a ponerse una rebequita encima cuando salen de casa…
Durante su paseo por el Polo, se topan de frente con el terrible depredador del ártico….. el oso polar!!!
Como pueden apreciar por la foto, este «oso polar» es igual de realista que la mayoría de las cosas que salen en los programas de supervivencia de la tele. Yo no me hubiera sorprendido lo mas mínimo si después de ver a este cutre oso polar, hubiera salido a continuación el «Bear Grylls» del «Discovery Max» para enseñarnos como cazarlo, comérselo crudo y después hacer fuego frotando los huesos.
En fin, se me va la olla…. Ok, finalmente los Marcianos se llevan a Santa Claus y a los dos niños terrestres a Marte. Aprovecho este momento para reconocer el talento como actor del niño humano…… este crío superdotado hace que «Jake Lloyd», que interpretó al niño insufrible y pétreo de «La Amenaza Fantasma» parezca que actúa como el mismísimo «Laurence Olivier»
Una vez en Marte, a Santa le montan una replica de su taller del polo norte y lo ponen a currar. Pero no todo el mundo esta de acuerdo con estas decisiones tomadas por el gran jefe de Marte… Un grupo de insurgentes liderados por el marciano del bigote decide dar un golpe de estado.
Ellos no quieren que los niños de Marte se reblandezcan, así que intentarán sabotear el taller de Santa Claus sin mucho éxito. Las escenas finales del asalto de los Marcianos rebeldes al taller de Santa parecen haber sido rodadas con todo los actores puestos hasta el culo de hongos alucinógenos, cigarritos de la risa y anís del mono…. Pero finalmente el bien triunfa sobre el mal y estos rebeldes indeseables son detenidos, y Marte finalmente puede celebrar su Navidad.
Santa quiere después volver a la tierra para que allí también se pueda celebrar la Navidad, así que nombra como «Santa Claus de Marte» al imbécil que les puse al inicio de la reseña en la segunda foto y se larga con los niños humanos de vuelta a la Tierra, con la satisfacción del deber cumplido…. FIN.
En una de las últimas escenas de la película, vemos al Jefe de Marte con su mujer y sus niños ahora convertidos en la típica familia feliz Norteamericana…
Que bonito…… Por cierto, eso me recuerda que la escena en la que los dos niños humanos se encuentran con los dos niños marcianos mutantes de la foto es el mayor duelo interpretativo que jamas he visto en una película «Ascor». Los cuatros niños compiten con furia entre ellos para ver quien es el que mejor consigue igualar la expresión y el porte que tiene un muñeco de futbolín.
A continuación les endiño sin piedad un trailer de esta película Satánica. Lo único a destacar del trailer son algunas escenas de la psicotrópica lucha final en el taller de Santa Claus en Marte…
Y por último les pongo las trepidante escenas de lucha en el Polo Norte cuando los marcianos asaltan la cabaña de Santa Claus y lo secuestran….
El Horror……..
