Es dificil a veces el clasificar una película cuando es 100% AscorMovies. Voy a intentarlo.
Mezcla a un Rockabilly, a Slash, al niño tonto de turno, a los comunistas, a Los Inmortales, a Elvis, a una debacle nuclear, a unos tíos con escafandra, a los que juegan a los bolos, a los caníbales, a los de la máscara anti-gas, a los…
La verdad es que con el nombre traducido al español de la película, y con el trailer ya me dió para ver enseguida que este película teníamos que verla, pero nunca imaginé que era tan penosa.
Tiene todos los alicientes de «película de culto» para algunos, y «grande mierda de la historia» para otros. Yo me encuentro entre los segundos.
La película arranca con una guerra nuclear mundial, en los años 50, donde ganan Los Comunistas, y que en la ciudad de Las Vegas Elvis gobierna como rey. Cuando muere Elvis se buscará el nuevo rey a través de una «Batalla de Guitarras» en la propia ciudad de Las Vegas. ¿Acojonado ya?
Pues aún queda más…
Pues bien, aunque parezca increible, las verdadera luchas son «de camino», del estilo solo puede quedar uno, y lógicamente el que llegue a Las Vegas será el nuevo Rey puesto que los demás habrán muerto.
Momentos Retinosos:
Como son tantos casi los voy a intentar enumerar porque sino esto podía ser eterno.
– La Muerte / Slash / Michael Jackson: el malo disfrazado de Slah y que defiende la música heavy. Si lo mojas con agua le haces daño. (sí, sí, no preguntes…)
– El niño tonto-laba: al principio piensas que es autista y solo sabe hablar con gritos, pero cuando lo vea hablar normal te dan ganas de dejarlo en el medio del desierto «para que aprenda». Claro alegato para una vasectomía temparana.
– Los Trogloditas: con su camioneta-catapulta, la cual lanza…., atención…, caramelos-bola, esos que se comen y que tienen forma de pelota de golf. Ademas llevan girasoles en el capó, y sierras dentadas que no se mueven, pero bueno, «tunea» que es una pasada.
– Los del grupo de rock / los de los bolos / los mariachis / el niño de la gasolinera / …: son tantos «y tan pocas balas» (© Ford Farlaine). Cada uno más penoso que el otro, pero sirve para «ambientar» la película y que veas lo que hacen las drogas al cerebro si se abusan de ellas.
– Los comunistas: son 300, están a menos de 10 kilómetros de la ciudad, están a pleno sol después de la guerra duramtes unos años, y los gilipollas se quedan ahí impidiendo el paso a la gente. ¡Ole, ole y ole!. Además, no tienen balas pero saltan por el aire como campeones sin motivo aparente.
– Las chicas de bar: aunque Jesucrito decía que era un tío, se presentan de forma acrobática a «llevarte al huerto» y para colmo te pegan el chicle en las gafas como muestra de «sensualidad».
– Los acompañantes de la muerte: disparan a flecha por segundo y en la mano solo tienen 5 cada uno, pero si hace falta van 30 de una tacada. Aparte de eso, su «frase mítica» fue la de darle una tarjeta a nuestro héroe diciéndole «si nos necesitas llámanos». Vamos a ver, fumaos, ¿no veis que no hay un teléfono que sirva? ¿Cómo os va a llamar, a gritos? ¿Va a gritar al aire vuestro número de teléfono? Es que me caliento ya…
– Nuestro héroe: lleno de frases para quedar de «duro», con ese manejo de la espada samurai, y ese aguante de flechas, cortes, balas. Tanto le da enfrentarse a la muerte como a 300 enemigos, sean mutantes o de Mostoles (chiste fácil). Le salva que las escenas de lucha hacen entretenida la película.
Bueno, a modo de resumen es una película que no deja indiferente a nadie, ya sea para lo bueno como para lo malo.
¡Ciao nenas! (Mister K has left the building)