Es el año sabedioscuánto, y el mundo es una pocilga post apocalíptica (es decir, los exteriores están rodados en una cantera), debido a un experimento con armas biológicas fallido… ¡Hey, qué coña! ¡nos hemos cargado el mundo sin querer! En este mundo inmundo, los pocos humanos que quedan sobreviven a unos engendros humanoides cuya única motivación es fornicarse a nuestras mujeres (unos que saben).
Tras mucho tiempo, hemos decidido reentrar en materia con una cinta de categoría… made in Roger Corman, contretamente debe de ser su plagio de Alien número 17 o algo así, porque a pesar de la sinópsis de la peli, que ya es cutre de cojones… el resto de la película se desarrolla en unos pasillos de un laboratorio subterráneo.
Allí viven varios atontados que sufren porque se están quedando sin comida, pero le dan al café y al alcohol cosa fina, de eso… que no falte… Pero eso pronto tiene solución, porque al ritmo al que mueren en esta película (empezendo por el negro, como mandan los cánones) pronto quedarán 2 bocas a alimentar nada más, y el puto perro, que todo el mundo muere de un zarpazo del bicho, menos el puto perro.
El argumento os lo imaginareis… se encuentran a una mujer embarazada en el exterior, la meten en casa y tenemos un parto al más puro estilo alien. El feto se escapa por los conductos de ventilación y a las 6 horas ya es un armario empotrado con un traje de látex y unos piños desmesuradamente grandes. Los gilipollas de los protas se sacan unas ridículas armas que le hacen cosquillas al bicho, y se dedican a correr por los dos pasillos y 3 habitaciones que son todos los escenarios que vamos a ver en toda la película. Mención estelar para los paneles de las puertas de las habitaciones, viven 4 tíos en la base, y todas las puertas tienen un código numérico que hay que teclear lentamente por lo visto… no vaya a ser que se cuele un caco.
Cinta ascor entretenida, que pasa sin pena ni gloria por el plantel de nuestras sesiones.